SER DIFERENTE, ES NORMAL
¿Se puede ser normal siendo diferente? Tras la aparente contradicción, está el hecho puro y simple de que es “normal” que todos seamos diferentes. Porque somos individuos, principalmente, y la individualidad, según el diccionario, “es la calidad peculiar de una persona o cosa”.
Mientras que ser “normal” se refiere a lo que está apegado a las normas, ser “diferente” no necesariamente implica romper con ellas, sino que pueden ser aplicadas, ejecutadas o asimiladas en forma distinta.
Todos tenemos nuestras peculiaridades, vemos las cosas desde distintos puntos de vista, actuamos de manera distinta en ocasiones similares, respondemos en forma diferente a un mismo estímulo. Ser de la misma especie, pertenecer a un mismo grupo social, religioso o cultural, no nos impide el libre pensamiento, la convergencia o divergencia de nuestras ideas con lo planteado por el común. Somos parte de algo, pero lejos de limitarnos este hecho, nos permite enriquecerlo con nuestra propia visión.
La “normalidad” es a veces entendida como seguir haciendo lo que otros han hecho de la misma manera que ellos lo hicieron. A mi entender, eso no es “normal”, es conformismo, falta de visión o iniciativa. Por otro lado, ser diferente no es sólo romper esquemas, es también adaptarse a ellos de una manera nueva.
La diferencia no la hace quien se sale de las normas (porque de ser así, los delincuentes serían grandes creativos), sino más bien, quien vive de acuerdo a ellas sin permitir que lo limiten, sabiendo que hay mucho más allá, que innova y genera cambios continuamente. Si bien hay normas que se hicieron para ser violadas (yo me llamo Marianella, gracias a Dios), porque son las que limitan el libre ejercicio del pensamiento y la creatividad, hay otras muchas que son sencillamente para mantener el orden y evitar la anarquía, dentro de las cuales podemos vivir sanamente aun siendo diferentes.
En definitiva, en mi opinión personal, todos somos diferentes dentro de nuestra normalidad.-
14-09-2003
Mientras que ser “normal” se refiere a lo que está apegado a las normas, ser “diferente” no necesariamente implica romper con ellas, sino que pueden ser aplicadas, ejecutadas o asimiladas en forma distinta.
Todos tenemos nuestras peculiaridades, vemos las cosas desde distintos puntos de vista, actuamos de manera distinta en ocasiones similares, respondemos en forma diferente a un mismo estímulo. Ser de la misma especie, pertenecer a un mismo grupo social, religioso o cultural, no nos impide el libre pensamiento, la convergencia o divergencia de nuestras ideas con lo planteado por el común. Somos parte de algo, pero lejos de limitarnos este hecho, nos permite enriquecerlo con nuestra propia visión.
La “normalidad” es a veces entendida como seguir haciendo lo que otros han hecho de la misma manera que ellos lo hicieron. A mi entender, eso no es “normal”, es conformismo, falta de visión o iniciativa. Por otro lado, ser diferente no es sólo romper esquemas, es también adaptarse a ellos de una manera nueva.
La diferencia no la hace quien se sale de las normas (porque de ser así, los delincuentes serían grandes creativos), sino más bien, quien vive de acuerdo a ellas sin permitir que lo limiten, sabiendo que hay mucho más allá, que innova y genera cambios continuamente. Si bien hay normas que se hicieron para ser violadas (yo me llamo Marianella, gracias a Dios), porque son las que limitan el libre ejercicio del pensamiento y la creatividad, hay otras muchas que son sencillamente para mantener el orden y evitar la anarquía, dentro de las cuales podemos vivir sanamente aun siendo diferentes.
En definitiva, en mi opinión personal, todos somos diferentes dentro de nuestra normalidad.-
14-09-2003
