Tuesday, May 29, 2012
Thursday, May 08, 2008
SHOÁ
Si creen que me humillan
por el despojo del que soy objeto
por pintarme esta estrella amarilla
por escupir mi nombre y mis afectos
por sacar el oro de mis arcas
de mis enseres y mis dientes
por ponerme de rodillas
y marcarme la bota en la frente
por desnudarme a la intemperie
y vejarme cobardemente
por esquilarme y maldecirme
por aislarme y ofenderme
por quitarme la voz
que para quejarme sirviera
para escuchar la sinrazón,
por asolar mi aldea
si con destruirme a mi bastara
si con aniquilarme ya pudieran
desalojar de mi alma la palabra
y la fe que me salva aunque yo muera
si con eso bastara, habrían triunfado
pero aquí estoy, como ven, fortalecido,
los cristales rotos me han herido
pero mi fe no han quebrantado
si mi cuerpo frágil y aterido
soportó el horror y la vileza,
ya ven, con mi alma no han podido
es en ella que está mi fortaleza.-
20-08-2004
Entre volar y vivir
Elige volar, que es más grande y llena más
Elige volar, porque sin volar vives a medias
Elige volar, que es más que sentir,
Experimentar, soñar o creer,
Elige volar, aunque parezca menos,
Elige volar, que es más contundente,
Elige volar, que volando vives más veces
Y aprendes más, y sangras más, pero sufres menos,
Elige volar, aunque sea más solo,
Porque entenderás y te aliviará estar contigo,
Elige volar, y saberte, y descubrirte,
Y sólo vivir te parecerá poco,
Elige volar y te llenarás de más cosas
Que podrás derramar y compartir,
Que aunque otros no entiendan
Estarás por encima,
Elige volar, no te conformes con sólo vivir
Elige volar y tendrás más mundos para escoger,
El que vive pasa, el que vuela permanece,
Convéncete
Y entre volar y vivir
Elige volar.-
12-11-04
Complicado
Controlar las emociones
Dejar de fumar (aunque nunca lo he intentado)
No dejarse llevar
Decir lo apropiado
Complacerlos a todos
Dejar la cama en la mañana
No preocuparse por el dinero
Sonreír con dolor de estómago
Asumir a los demás como han venido
Aceptarlos como son, sabiendo
Que no te aceptan a ti
Negarle al alma el vuelo
Decidir cosas todos los días
No pensar en lo que habría sido si…
Aplaudirle al bufón la payasada
Fumar mientras te bañas
No comer todos los días
No dormir todas las noches
Acordarse de los sueños en la tarde
Pretender que te entiendan
Convivir sin roces
Volar sin alas
Ocultar la tos
Tocar el alma de los que no se dejan
Moverle el piso a un volcán
Cambiar maneras de pensar
Lograr que todos se miren para adentro
Y sean más felices
Que los mayores confíen en ti
Confiar en ellos
Despertarse enredado en la colcha y sin almohada
Salirse de ese envoltorio
Hacer que vuelen los que no te creen
Convencerlos de que es posible
De que es mágico
De que es importante
De que vale la pena.-
Marianella Alonzo
19-08-2004
AJENA
Lejos e ignorada
Como una patria ajena
Sin motivos para hablar
Sin nada que buscar
Con pena
Separada de esa vida
Que influía tanto en la mía
Y que apenas adivinaba
Sin saber lo que pasaba
Si era tristeza, apatía,
Soledad, rabia, agonía
Ajena, alguien que pasa y despasa,
Que nunca habita la casa
Que nunca deja una huella
Qué importa si es sabia, buena,
Que importa si es triste o bella,
Sólo importa que es ajena
Ajena a lo que sus labios pudieran decir
Ajena a lo que pudiera sentir
Yo era ajena a su alegría
Ajena a su melancolía
Ajena a lo que siente o piensa
A lo que sueña o a lo que huye
Pero no es eso lo que destruye
No es ésa la carga inmensa
Es peor la certidumbre
De ser menos que un recuerdo
Menos que un murmullo
Ni por rencor ni por costumbre
No ha nacido lo ya muerto
¿Por ignorancia? ¿por orgullo?
Siempre ajena, cosa ignota
Isla lejana y remota
Que no altera la conciencia
Alguien en quien no se piensa
Que no cambia tus humores
Que no es de tu incumbencia
Que no afecta tus colores
Ni perturba su presencia
Que poco importa, en total,
No es ni incómoda ni amena,
Es sólo como que no está,
Y es inerte, remota… ajena.-
11-09-06
Disciplina
¿Disciplina? ¿Escribir con disciplina? Eso suena leeeeeeeeeeejos.
¿Se podrá hacer? ¿Escribir regularmente, o religiosamente, o sistemáticamente, o dis-ci-pli-na-da-men-te?
¿Y eso no sería escribir por escribir, como un robot? ¿No sería dejar el alma a un lado para darle paso a la “técnica”, a la “forma”, al “estilo”? ¿Y si el alma no tiene técnica, ni forma, ni estilo…? Escribir sin poner el alma no es escribir de verdad. Y ya. Confieso que esto era un ejercicio y ya me aburrí. ¡Qué indisciplina! ¿no?
13-05-05
La Verdad (Versión Light)
La verdad, la verdad, es que ha sido dura la faena. Ha sido un tiempo muy duro el que me ha tocado vivir. He visto caer los sueños a pedazos. He sufrido angustias indecibles y dolores audaces. Me han dolido hasta las partes del cuerpo que no me sé. He sido herida por todos los flancos. Se me ha debilitado el cuerpo pero fortalecido el espíritu. Hoy tengo más cosas que contar y cosas por qué vivir. Tengo cosas entre manos que, a veces, ha parecido que se me escapaban, pero he logrado asirlas de nuevo, con más fuerza. El dolor ha depurado mis emociones. No te creas que eres el motivo de este dolor, pero eres parte de él.
Que mi soledad haya probado los límites, no es sino una prueba más para mi atribulada existencia, que he soportado con una entereza que a mí misma me asombra. Que el mundo haya llegado a parecerme un asco, era una consecuencia de mi pesadumbre, que me hacía presentir catástrofes y hecatombes a cada vuelta de esquina, a cada parpadeo. Que cada nuevo intento me pareciera desde el comienzo un fracaso, era ya parte del juego, de la dinámica que se desarrolla en los que ya nada esperan, los que ya no se cuentan, los que, a fuerza de acumular tristezas, vemos la vida como algo que no nos incumbe y a la felicidad como un souvenir que a nosotros no nos toca, porque llegamos tarde, o porque nunca llegamos, o porque llegamos a dónde no era.
Que haya sufrido más reveses de los que creí poder aguantar, me ha mostrado mi insospechada fortaleza. Que esté saliendo ahora del abismo, no es una coincidencia. Pero que mis angustias te hayan sido ajenas; que mis proyectos más queridos (y objeto de casi todos los pesares) no hayan contado con tu observación; que mis horas terribles te hayan pasado desapercibidas; que mi disposición para arreglar las cosas te haya resbalado por el contorno más liso de tu humanidad indolente; que mis brevísimos instantes de ingenuidad esperanzada (que, igual, rodaron por el despeñadero de la realidad monstruosa) no te hayan tenido ahí para compartirlos; que mi alma moribunda haya renacido y vuelto a morir, y vuelto a nacer, en un incesante, tortuoso, doloroso, angustiante y solitario devenir, sin que haya estado tu hombro, ni tu mano, ni tu dedo meñique del pie derecho; que no haya podido contarte, contagiarte mis chispazos de alegría, preguntar tu opinión, mostrarte los poemas más sentidos que jamás he escrito, involucrarte en mi aventura, atiborrarte de irracionales ideas, marearte de tanto hablar de lo mismo, llamarte en el peor de los momentos, contar contigo, a fin de cuentas… Para eso si no tengo explicación a mano. Para eso si no tengo la respuesta ni la justificación. Para eso no hay excusa que me valga. Porque seguí creyendo en ti y me siguió doliendo. Porque seguí extrañando tu amistad. Porque creí que era amistad lo que había. Pero ahí vamos. Ya me estoy acostumbrando a las pérdidas.
07-07-05
Las necesidades de los martes
Mis semanas comienzan los martes. Porque los lunes son como una semana completa para mí. Hoy es martes, y cuando pienso en lo que hice ayer me parece tan lejano, como si muchos días hubieran pasado entre mi lunes y mi martes. Por eso, cada martes es un renacimiento. Porque tengo un tiempo (que en otros días no tengo) para revisarme, para toparme conmigo, para sentirme fatigada o abrumada y planear las cosas que debería estar haciendo en lugar de sólo pensar en ellas. Es como un fin de año en que se hacen promesas que el devenir convertirá en viento. También por eso son duros, pesados; a veces, me visitan ideas grandiosas, otras, brillan por su ausencia. A veces, me aflijo más de la cuenta y otras, me lleno de una energía misteriosa que no sé a qué obedece, porque cuando analizo las cosas, me doy cuenta que las circunstancias no han cambiado. Me pregunto cómo se puede ir de un ánimo lúgubre a una euforia mental, sin estados intermedios, sin que medien razones lógicas. Por lo visto, sólo a los locos les pasa. Pero eso no me sorprende.
13-09-05
Wednesday, May 30, 2007
LAS COSAS
Las cosas
Las gentes
Las palabras
Marianella Alonzo
17-02-2004
DIÁLOGO DE SORDOS
-Buenos días.
-No. María no está.
-Bien ¿y usted?
-No. José tampoco.
-¿Agua de coco? Si, sería bueno. Hace un calor del infierno.
-Ah, si está enfermo, tómese algo. No debería andar por ahí.
-No, el mío sin anís. Aaahhhh… ¿Qué le parece como están las cosas?
-No, hace tiempo que Rosa no viene. Ya usted sabe como están las cosas.
-¿Lechoza? ¿Se le acabó el coco? Bueno, será. Igual refresca.
-Una cosa es lo que parezca y otra la que es en realidad. No podemos seguir así.
-No, ya le dije que sin anís. Esto es terrible, cada día estamos peor.
-Eso es cierto. Es insoportable el calor. Pero cuando vienen las lluvias, entonces la gente también se queja.
-Ah, no. Si está vieja, no. La lechoza vieja es muy mala.
-Sí, señor. Pico y pala, todo el día. Y no llegan a nada. Pasan los días y el país no camina.
-Yo tampoco tengo gasolina. Hice una cola de diez horas y cuando llegué, se había acabado.
-Usted lo ha dicho: un pecado. Es inconcebible que no se haga nada para superar la crisis que vive el país.
-Que no. Sin anís. A estas horas yo no tomo.
-¿Y usted cree que yo no? Yo también me parto el lomo, como dice usted. Pero todos tienen que poner de su parte.
-El arte no tiene vida en este país.
-¿Con anís?
-No, no he visto a Luis. Pero me han dicho que anda con Alejandro.
-Si, eso es verdad, hay mucho malandro. ¿Cuál le parece a usted que es la salida?
-Tiene razón: esto no es vida. Pero yo creo que podemos llegar a una solución.
-Exacto: la comunicación. Eso es lo más importante. Tenemos que aprender a escuchar.
-Por supuesto que hay que luchar. ¿Sabe que creo yo? Que hay un problema de comunicación, de entendimiento.
-A mi también me da sentimiento, pero es que tenemos que prestar atención, escucharnos, comprendernos.
-¡Claro que es un infierno! Y es por eso mismo, porque la gente no escucha a los demás.
-¡Claro que queremos paz! Todos la queremos. Pero si no afinamos el oído y tratamos de entender al otro, de aceptar sus razones…
-¡Por supuesto que tengo pantalones! Yo soy uno de los que más se preocupa por esta situación y estoy presto a dialogar.
-Aquí nadie se va a ahogar. No sea pesimista. Es cuestión de conversar y escuchar atentamente.
-Sí, había bastante gente. Pero lo más importante, como ya se lo he dicho, es entendernos, conversar como usted y yo ahora.
-Las cinco y diez.
-¿Cómo que no es? Esa es la solución: saber escuchar.
-Bueno, si se va a duchar, lo dejo.
-Más pendejo será usted.
Friday, June 23, 2006
Contra… ¿qué?
O una contraindicación
Contrarrestar a la contraparte
Pero las contraseñas no son contra reembolso
Y el contraataque es la contrafigura
En la contradanza a contraluz
Que se contrapone como contraorden
De lo contrahecho.
Contradecir y contraindicar
Son las armas de los contrarios
Que contravienen y contrapuntean
Sin reparar en los contratiempos
Y lo contraproducente de su contracción.
Fácilmente contrastable este contrasentido
Con la contrariedad del contrapeso
Que ejerce aún contra natura
La contrapartida de la contramarcha
Que contra toda lógica la contraría.-
Marianella ContrAlonzo
Monday, April 03, 2006
Fe de Erratas
Cuando preguntamos “¿qué tal?”, queríamos decir “¡qué me importa!”;
Cuando no había nada que decir, soltamos un disparate y nos reímos,
cuando en realidad, queríamos salir de allí y mandarlo todo al diablo.
Cuando dijimos “Señor”, quisimos decir “Eh, tú”;
Cuando fue “permiso”, lo cierto era un “¡Quítate!” que teníamos atorado en la garganta.
Cuando saludamos “Buenas noches”, la realidad era que nos importaba un pito la noche que estabas teniendo.
Cuando dijimos “Que te vaya bien”, qué cuerno nos importaba cómo te fuera.
Y si acaso nuestra respuesta fue un “sí, ¿cómo no?”, lo cierto era un “¡Qué lata!” que se nos quería salir.
Cuando nos toque despedirnos y decir “hasta luego”, comprenderás que, la verdad, no queremos verte más.-
Marianella Alonzo
1999
Wednesday, February 08, 2006
Poemae Absurdum
Absurdum vitae, tedium vitae
Pensamientis poisonae
Ridiculus horribilis
Tropizonis a cadaratus
Tonteriaes in mentis
Mentis in albis
Absolutum ladillae
Vox populi, vox Dei, Sicomonous!
Utis posidetis juris
Ad alcancem
Cogito, ergo sum
Plus ultra, triana vergus
Morituri te salutant
Tristorium per secula
Unita per capita
Cada unus conlosuyus
Mea culpa, delirium tremens
Aquarium contra natura
Pensum
Ergo existum
Mutatis mutandi
Jodendis jodenda joda
Purum pajae
Marianellus Alonzus
XI – II - MMIV
Monday, January 30, 2006
SER DIFERENTE, ES NORMAL
Mientras que ser “normal” se refiere a lo que está apegado a las normas, ser “diferente” no necesariamente implica romper con ellas, sino que pueden ser aplicadas, ejecutadas o asimiladas en forma distinta.
Todos tenemos nuestras peculiaridades, vemos las cosas desde distintos puntos de vista, actuamos de manera distinta en ocasiones similares, respondemos en forma diferente a un mismo estímulo. Ser de la misma especie, pertenecer a un mismo grupo social, religioso o cultural, no nos impide el libre pensamiento, la convergencia o divergencia de nuestras ideas con lo planteado por el común. Somos parte de algo, pero lejos de limitarnos este hecho, nos permite enriquecerlo con nuestra propia visión.
La “normalidad” es a veces entendida como seguir haciendo lo que otros han hecho de la misma manera que ellos lo hicieron. A mi entender, eso no es “normal”, es conformismo, falta de visión o iniciativa. Por otro lado, ser diferente no es sólo romper esquemas, es también adaptarse a ellos de una manera nueva.
La diferencia no la hace quien se sale de las normas (porque de ser así, los delincuentes serían grandes creativos), sino más bien, quien vive de acuerdo a ellas sin permitir que lo limiten, sabiendo que hay mucho más allá, que innova y genera cambios continuamente. Si bien hay normas que se hicieron para ser violadas (yo me llamo Marianella, gracias a Dios), porque son las que limitan el libre ejercicio del pensamiento y la creatividad, hay otras muchas que son sencillamente para mantener el orden y evitar la anarquía, dentro de las cuales podemos vivir sanamente aun siendo diferentes.
En definitiva, en mi opinión personal, todos somos diferentes dentro de nuestra normalidad.-
14-09-2003
NORMAL II
El absurdo tiene diferentes manifestaciones.
Para empezar por el principio. “Normal” viene de “norma” y la primera acepción de la palabra normal es, precisamente, “lo que sigue las normas”. Luego, por extensión, se entiende como normal lo común, lo corriente, lo cotidiano. Pero, por nombrar un ejemplo, es bastante común que maten a alguien para quitarle los zapatos. Pero eso en ningún modo es normal. Solemos llamar normal a lo que nos es común, pero no necesariamente es así. Normal, etimológicamente hablando, significa lo que está apegado a la norma, así que no hay confusión entre ambos términos.
Hasta ahí lo de la normalidad.
Por otro lado, la bohemia no tiene horario, ni parámetros, ni números. La lógica es una cosa y el espíritu va por otro camino, muy distinto. Entonces, a cada cosa es bueno darle el tratamiento que requiere. Así como no pintamos un carro con pintura de caucho, porque no es el tratamiento adecuado, así tampoco podemos aplicarle al espíritu reglas prácticas.
Ser espiritual de tres a siete y racional de ocho a nueve, es restarle pureza a esa primera condición, es coartar la libertad del pensamiento, es escribir poesía en forma de ecuación…
Es como decir “no puedo hacer un viaje astral, porque no tengo real para el pasaje”.
Decir que la creatividad es simple, llana, escueta y vulgarmente “una manera distinta de resolver problemas”, es decir que Cezanne hacía graciosos cubitos, que Beethoven tocaba bonito, que Mozart hizo “cancioncitas lindas”, que a Shakespeare le rimaban los versitos, que Da Vinci si inventaba vainas… O sea, es minimizar la grandeza, vulgarizar la genialidad…
La espiritualidad, la bohemia, la… como se llame… (he ahí una muestra más de lo irracional que ha de ser: ni siquiera tiene un nombre específico) va mucho más allá de la simple y llana razón. Pretender entenderla, corregirla, esquematizarla, reprimirla, analizarla, contextualizarla, es fracasar antes de empezar, porque estaría corrompiendo su naturaleza, desvirtuándola, y al ponerle un nombre o tipificarla o catalogarla, ya no sería lo que es. Habría dejado de ser poesía para convertirse en matemática, habría dejado de ser arte para ser artefacto, habría dejado de ser sublime, para convertirse en un concepto más, trajinado y aporreado por la “ignorancia del conocimiento” o por la “grandeza de la pequeñez”.
Así, apliquémosle la lógica a lo cuantitativo y dejemos el espíritu en libertad. Que de eso vive.
15-09-2003